martes, 1 de diciembre de 2009

viernes, 27 de noviembre de 2009

EL MUSEO EDUARDO LÒPES RIVAS GUARDA SU RIQUEZA



EL MUSEO EDUARDO LÒPES RIVAS GUARDA SU RIQUEZA

CULTURAL DE ORURO

El museo Nacional Antropológico Eduardo López Rivas contiene piezas que van desde la cultura Wankarani hasta las máscaras y trajes de las danzas del Carnaval.
Las primeras piezas recuperadas formaron parte del primer Museo Municipal Arqueológico, el que fue construido y entregado el 1 de noviembre de 1959.
Gracias a la iniciativa de las autoridades de la actual gestión municipal de Oruro, el interior y exterior de la infraestructura presentan mejoras que convierten al edificio en un oasis del conocimiento que es accesible para niños, jóvenes y adultos de todo el país y el mundo.
Por fuera llama la atención el blanco de la fachada y los arcos, mismos que eran parte del Palacio Municipal que se encontraba en la plaza Castro y Padilla. Para evitar que se pierdan, fueron trasladados al museo. Algunos árboles y el césped verde cambian el paisaje árido que se ve en otras calles aledañas.
Al interior del museo la luz artificial ilumina una variedad de piezas acomodadas en el amplio salón y dos pantallas de televisión muestran documentales de la cultura que se desarrolló en la región.
En amplias mesas o estantes, pegados a las paredes, reposan instrumentos, armas y figuras de la primera cultura Wancarani que habitó en la zona. “La piedra fue un material importante para esta cultura. Hay petroglifos (imágenes grabadas por el hombre sobre rocas) encontrados en cuevas y objetos utilizados para la agricultura, caza, labores del hogar e ídolos, como la llama”.
Metros más allá del área de los entierros o procesos funerarios, una hilera de momias, encerradas en posición fetal dentro de cajas de vidrio forman parte de la presentación de la forma en la que los antiguos habitantes veneraban a sus muertos. “Si moría un familiar, los Wankarani y los Urus Chipaya lo enterraban en torres de tierra y sentado.
Frente a las criptas de cristal, otra hilera de cráneos demuestra cómo los ilustres forzaban el crecimiento de sus cabezas, sea alargándola hacia el occipital o creándole ondulaciones al centro
El museo levantó un chullpar en plena sala, recreando uno de los que se hallaron en la región del salar de Coipasa.
Demuestran las cabezas talladas en piedra de camélidos o las representaciones del sol que son parte de la cultura Wankarani y Uru Chipaya.
También está el espacio dedicado a las fotografía en la que se observa las diferentes etapas de la riqueza arquitectónica de la ciudad de Oruro, desde finales del siglo XIX hasta inicios del siglo XX.
El recorrido dentro el museo no sólo se limita a mostrar las costumbres de los antiguos habitantes orureños; el folklore también tiene su espacio con la exposición de instrumentos musicales, máscaras y trajes de danzas, los que son iluminados por los reflectores que les da vida.
Se tiene la colección más antigua en cuanto a trajes y caretas de la diablada, morenada, kullawa, chunchus, llameros y otras danzas representativas del Carnaval de Oruro.
LOS CHULLPAS

Las costumbres funerarias no varían en muchos de las otras que se practicaban en todos los pueblos que se desarrollaron en diversos sitios del continente.

En lo que se adaptan la posición de las piernas recogidas sobre el tórax, enterrado directamente o protegido con las piedras de la cista, ha permanecido hasta el presente, es frecuente encontrar en esta clase de entierros ofrendas fúnebres consistentes en pequeñas vasijas escuadrillas.

-Los sucesivos progresos que experimentaron en su permanente lucha por la vida, hizo que las población en aumento constante, se viera en la necesidad de edificar verdaderas necrópolis cuyo sepulcros se mantienen todavía aunque en saqueados y semidestruidos, de los que fueron sustraídos innumerables objetos de cobre y bronce, fueron resultado de una nueva industria que se constituyó en una de las ultimas actividades de estos pueblos, como los topos, tumis, brazaletes, pectorales, agujas, armas contundentes y otros usos de conocimiento.